En Montessori, cometer errores no sólo no es mal visto, sino que es algo que esperamos que los niños hagan ya que es de las mejores formas que hay de aprender y es así que se mantienen motivados a practicar hasta llegar a dominar la actividad que están realizando. Todos los materiales Montessori tienen un "control de error" - esto es que el mismo material le dice al niño sí se equivocó, lo cual descarta la necesidad del adulto de decírselo al niño. Cuando un niño está concentrado trabajando y nosotros nos damos cuenta que algo de lo que hizo está mal y nos acercamos para decírselo, es muy probable que el niño se sienta avergonzado y que pierda la motivación de seguirlo intentando. En ocasiones, cuando hacen algo de la manera equivocada, inmediatamente levantan la mirada a ver quién los está viendo ya que existe la costumbre social de hacer gestos o incluso decir palabras que pueden ser hirientes o en tono de burla para transmitirle al niño que no estamos de acuerdo con su equivocación. También en ocasiones escuchamos a los padres decir "no pasa nada" lo cual no es recomendable, ya que técnicamente sí pasó algo, por ejemplo, se cayó el agua del vaso por no sujetarlo con las dos manos. En casos así, lo mejor es darles puntos de conciencia como: "cuando lo sujetamos con ambas manos, es más fácil evitar que se nos caiga", de esta forma el niño no se siente mal, no hay disgustos de ninguna de las partes y el niño lo hace de la manera correcta por que el YA vio que con una sola mano, el agua se cae. Linda Danon Babani |
martes, 10 de febrero de 2015
¿Qué pasa con los ERRORES?
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