Linda Danon Babani |
Hemos tocado diversos temas sobre las relaciones entre hermanos, y sin embargo, es un tema del que sigue habiendo mucho de que hablar. He escuchado historias de padres que cuentan que sus hijos pelean sin parar, que parecen enemigos, que no encuentran ningún momento para ser amigables. La mirada de esos padres cuando hablan del tema es devastadora; buscando constantemente una razón que les ayude a entender cómo es que algo así suceda en sus familias. La cuestión es que dicha rivalidad no es algo que afecte únicamente a los hermanos, sino que se vuelve un problema familiar ya que al haber dos personas que no se toleran en un grupo pequeño, es difícil que haya armonía y paz. Después de un tiempo de tratar y tratar de enmendar esa relación, los padres terminan resignados. Yo no me llevé siempre bien con mis hermanos, no nos llevábamos mal tampoco, simplemente no teníamos una relación; esto pudo haber sido por la diferencia de edades o por la diferencia de gustos y de personalidad. Con el tiempo las edades ya no eran importantes, los gustos se asemejaban o la madurez nos ayudó a ceder y encontrar puntos medios para poder compartir la vida. Ahora me doy cuenta que mis hermanos son y serán siempre mis mejores amigos y no cambiaría nunca la relación que tengo con ellos por nada! Por ello, me puse a investigar más sobre las causas de la rivalidad entre hermanos y me encontré un artículo muy interesante, algo que nunca me había puesto a pensar y que los invito a ustedes papás a tomar en cuenta. ¿Han considerado que la mera forma en que le hablan a sus hijos y las palabras que eligen pueden ser las causantes de dicha rivalidad? Nuestras palabras son la voz interna de nuestros hijos, y muchas veces ni cuenta nos damos de cómo nuestras palabras influyen en su comportamiento. Recuerden que comparar a nuestros hijos promueve la competencia, no la cooperación ni la colaboración. Lean estas frases que pueden llegar a promover la rivalidad entre hermanos y la recomendación de lo que podemos decir en lugar de eso para mejor promover la colaboración. LO QUE DECIMOS: Tu hermano se come sus verudras, ¿por qué tu no? LO QUE ESCUCHAN/SIENTEN: No eres tan bueno como tu hermano si no haces lo que decimos. LO QUE PUEDES DECIR EN VEZ: Veo que aún están comiendo, ¿alguien quiere más? La comida fácilmente puede dar pie a luchas de poder. Fomenta la idea de que los niños se dan cuenta cuando están llenos y evita compararlos, ya que eso aumentará la competencia entre ellos. LO QUE DECIMOS: Tenemos que irnos a la casa ya que tu hermano necesita dormir su siesta. LO QUE ESCUCHAN/SIENTEN: Tu hermano es más importante que tu, se sienten resentidos. LO QUE DECIR EN VEZ: Ya es hora de irnos a la casa. Mantenlo general y no te olvides de dar avisos antes de irse de que ya mero va a ser la hora de irse - "5 minutos, 3 minutos, 1 minuto....¿quieres hacer alguna otra cosa antes de irnos?" Sí ellos necesitan una razón, dales una simple, "ya llevamos mucho tiempo aquí y ahora es tiempo de volver a la casa, otro día podemos regresar". LO QUE DECIMOS: Dale ese juguete a tu hermanito, tienes que compartir. LO QUE ESCUCHAN/SIENTEN: Tu hermano no es capaz y tu debes sacrificar tu felicidad por la suya. Se sienten enojados y resentidos. QUE DECIR EN VEZ: Parece que tu hermano quiere un turno. ¿Le puedes dar un turno cuando termines por favor? Recuerda enseñar a tu hijo pequeño a pedir y esperar su turno cuando su hermano mayor haya terminado con el suyo. LO QUE DECIMOS: Ve a ayudarle a tu hermano. LO QUE ESCUCHAN/SIENTEN: Tu eres más capaz y más poderoso que tu hermano. Se sienten más poderosos. Sienten que tienen el derecho de intervenir en cualquier momento sin preguntar al hermano pequeño. QUE DECIR EN VEZ: Parece que tu hermano necesita ayuda. ¿Quieres preguntarle si necesita tu ayuda? Mientras que tratamos de fomentar la amabilidad, algunas veces se nos olvida respetar los límites del niño pequeño. Fomentar en ambos desde pequeños, el respetar sus espacios tendrá muchos beneficios a largo plazo. Es importante recordar que por un tiempo somos nosotros la voz de nuestros hijos pequeños. LO QUE DECIMOS: ¿Por qué llora tu hermano, que hiciste? LO QUE ESCUCHAN/SIENTEN: No eres bueno y siempre tienes la culpa. Se sienten resentidos y aprenden que la verdad no importa porque las cosas siempre van a ser su culpa. Sus hermanos pueden aprender a escabullirse y salirse con la suya al permitir que su hermano mayor sea el chivo expiatorio. QUE DECIR EN VEZ: Tu hermano se está sintiendo triste. ¿Me puedes ayudar a descifrar qué pasa? Hay veces que los niños tendrán desacuerdos entre ellos. Trata de mantenerlos en el mismo barco y enfóquense en encontrar soluciones en lugar de encontrar alguien a quien echarle la culpa. LO QUE DECIMOS: ¿Por que hiciste eso? Tu ya deberías de saber mejor que hacer algo así, eres más grande! LO QUE ESCUCHAN/SIENTEN: Tu ya no tienes permitido cometer errores. Se sienten tristes, perdedores y quieren ser bebes nuevamente. QUE DECIR EN VEZ: Veo que _____. Cometiste un error. Recuerda siempre validar sus emociones y sus sentimientos y demostrarle empatía. El amor y la empatía siempre ganan. Aborda todos los problemas con el corazón y siempre buscando encontrar una solución juntos. Las comparaciones sólo fomentan la rivalidad. |
viernes, 20 de febrero de 2015
Lo que decimos los papás, lo que los niños escuchan - ¿Acaso estaremos promoviendo la rivalidad entre hermanos?
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