Para los niños es difícil identificar cómo se sienten y ponerle nombre a sus emociones; hay que observarlos y tratar de ayudarlos a descifrarlo. Hablar de los sentimientos y emociones puede ser muy difícil, sobre todo cuando no se cuenta con el vocabulario necesario para hacerlo, es por eso que nos podemos ayudar con una tabla de emociones. Una vez identificada la emoción, podemos pedirle que nos cuente porqué se siente así. A través del lenguaje debemos hacerles entender que ellos son quienes controlan sus emociones, por ejemplo: "¿por qué decidiste sentirte triste?". Es importante que desde pequeños ellos entiendan que nadie puede controlar lo que sienten; de esta forma lo ayudaremos a tomar responsabilidad de sus emociones y a liberarse de emociones negativas. Les podemos explicar que las cosas que otros hacen o dicen pueden lastimarnos pero depende de nosotros mismos sí queremos que eso determine el cómo vamos a sentirnos. Evitemos utilizar frases como: "¿quién te hizo sentir así?" y tener mucho cuidado en cómo nos expresamos frente a los niños para no mandarles mensajes contradictorios, por ejemplo: en lugar de decir "me hiciste enojar", decir: "me enojo cuando no cumples con las reglas de la casa". Así, ellos se darán cuenta que nosotros también nos hacemos responsables de nuestras emociones. Linda Danon Babani |
jueves, 27 de noviembre de 2014
Inteligencia Emocional
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